EL TOSTADO
"Huele a pan recién salido del horno", afirman la mayoría de los visitantes que comparten con los toneleros los aromas que colman los talleres durante el tostado, contribuyendo, a su manera, a la cálida atmósfera del lugar. "Otros perciben aromas de frutas confitadas o cacao...". Es la etapa más importante en la fabricación de la barrica, el momento crucial. Es ahora cuando el tonelero expresa su propia identidad, su marca personal. Combinando sutilmente las propiedades de dos elementos que parecen del todo antagónicos, el fuego y el agua, el artesano da forma al precioso contenedor, poniendo en valor la calidad de la madera minuciosamente seleccionada y resaltando cada una de sus características con el fin de obtener la armonía perfecta con el vino que se criará en contacto con ella. Durante unos minutos, el tonelero despliega su arte y transmite su sensibilidad a la barrica, elaborada según un método tradicional que aquí adquiere todo el sentido.