DE UN LEGADO DE PASIÓN A UNA EMPRESA ARTESANAL MODERNA

La Tonelería Darnajou tiene una historia de pasión, de familia,
de respeto del producto y de tradición.

 
  • UN LEGADO DE PASIÓN

    El primer capítulo de esta hermosa historia de amor entre la tonelería y la familia Darnajou fue escrito en letras de oro por el patriarca y padre fundador. Hijo de viticultor y nieto de tonelero, Pierre Darnajou obtuvo su título de tonelero en Libourne en 1961. A partir de ese momento, comenzaría su larga carrera profesional como obrero a destajo a domicilio con la esperanza de abrir algún día su propia tonelería.

    Así fue como, en 1976, tras ser reconocido con el prestigioso título de "Mejor obrero de Francia", crearía su propio taller en Lalande de Pomerol, en el garaje de la familia. Allí cultivaría el sutil arte de combinar la madera y el vino, compaginando su actividad principal con la de maestro bodeguero, lo cual le permitió acumular unos conocimientos únicos que transmitiría a su hijo Vincent. Vincent abrazaría esta pasión y esta vocación en 1993, cruzando toda Francia para obtener su título de tonelero en el Instituto de Beaune, en pleno corazón de la otra gran región vitivinícola de Francia, la Borgoña. De nuevo en casa, Vincent trabajaría durante algunos años con su padre antes de recoger definitivamente el testigo en 2003.

    En ese momento decidiría dotar de más modernidad a su pasión por este verdadero arte, inscribir en su época la exigencia de un proceso de fabricación dominado con maestría y su gusto por el detalle en la nueva "Tonelería Vincent Darnajou", instalada en Montagne.

  • UN LEGADO DE PASIÓN

    Animado por su esposa, Nadège, reestructuraría la empresa para dotarla de métodos, herramientas y una política más activa que le permiten estar en sintonía con los tiempos modernos y mejor preparada para el futuro.

    Junto a Vincent, que se dedicaría a estar más de cerca de los toneleros y a fomentar las relaciones y la fidelidad de los clientes, Nadège codirige la empresa, atendiendo principalmente a los aspectos sociales y ambientales, y al futuro de la empresa. Siempre pendiente de los mercados, los clientes y los cambios, Nadège se encarga de preservar día a día una preciada armonía entre los valores de nuestra empresa y la evolución de la misma.
    Los nuevos servicios a los clientes, gracias a la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías, son una línea de trabajo inspirada por Nadège.

    Desde 2003, la reestructuración de la empresa y su desarrollo han dado lugar a la creación de un equipo formado actualmente por quince personas que se complementan a la perfección.

     

  • UN LEGADO DE PASIÓN

    Marie Charlotte Merceron, en calidad de asistente comercial, es el primer eslabón que nos une a nuestra clientela, tanto en el plano nacional como internacional.

    Cuando, en 2013, la dirección detectó ciertas carencias en materia de consolidación y desarrollo de las competencias del personal, se encomendó a Chantal Villotta Germain la función de recursos humanos a tiempo parcial. Tras demostrar su valía en este terreno, se incorporó a tiempo completo en 2015 en calidad de responsable operativa y responsable de recursos humanos.

    Esta iniciativa de crecimiento profesional del personal queda bien ejemplificada por la promoción interna de Jérôme Arpin y Mickaël Coutin. En su papel de jefes de equipo de los talleres de Montagne y de Les Artigues de Lussac, tienen una implicación total en la fabricación de las barricas, además de aportar una perspectiva más transversal de las necesidades de la empresa.

    Así pues, desde 2003, no hemos dejado de desarrollamos, de organizarnos en torno a nuestros valores, compartiendo nuestra preocupación por el trabajo bien hecho y estableciendo una duradera relación de confianza con apasionados viticultores del mundo entero.

  • NUESTRAS DOS PLANTAS

    Dos plantas de producción pero un mismo espíritu emprendedor y una misma filosofía de trabajo.
     

    En el año 2003, con la reestructuración de la empresa, instalamos nuestro taller y nuestra sede administrativa en la planta de Goujon, en Montagne. En Goujon es donde se fabrican, desde el principio, las barricas de 225 litros que han permitido a la Tonelería Vincent Darnajou hacerse un nombre a escala internacional.

    Es aquí también donde surgen las ideas y las nuevas líneas de trabajo y herramientas que nos permiten innovar constantemente y tomar las decisiones que nos permiten estar en sintonía con nuestros tiempos sin renunciar a nuestros valores, a nuestra alma.

    Comprender la evolución y el futuro de la tonelería, adaptarse para poder satisfacer mejor las expectativas de nuestros clientes, abrirse cada día un poco más a los mercados mundiales... Todos estos factores nos han llevado a crear una segunda planta de producción de dimensiones humanas.

    Desde 2011, el taller de Les Chapelles, en Les Artigues de Lussac, plasma está voluntad de ampliar nuestra gama de barricas para dar respuesta a la mayor demanda de los clientes, con la fabricación de toneles de 300, 400, 500 y 600 litros, siempre respetando los métodos artesanales atesorados por nuestro cualificado personal.